Hoy día mi abuela cumple 94 años, a modo de broma decimos que esta en tiempo extra, como si de un partido de fútbol se tratase. Yo diría que estamos en tiempo suplementario y no en tiempo extra. Pienso que la vida es como un partido de fútbol, donde cada año es un minuto del partido y cada gol es uno de nuestras metas y objetivos conseguidos y los goles en contra son aquellos momentos difíciles donde no debemos rendirnos, porque el partido dura 90 minutos o más. Casi siempre estamos o ganando o empatando o perdiendo el partido de la vida, ese difícil juego que muchos se lo toman en serio y otros no tanto; solo debemos tener cuidado que el DT, sí, el mismo Dios, Papalindo, nos mande o nos llame a la banca de suplentes, es decir, a su lado. La vida nos da 4 abuelos de los cuales aprendemos cosas desde muchísimo antes que naciéramos y siempre nos quedamos perplejos por sus relatos y lucidez de como viven el momento de relatar cada una de sus historias. El partido de la vida es el más duro y difícil pero Dios nos manda a la cancha para jugar nuestro partido en equipo, es decir, con la familia porque la vida es un rival digno de enfrentar. Y los abuelos son los que más experiencia y cancha; se las saben todas y nosotros debemos aprender de ellos porque así como podemos estar ganando en la vida, podemos ir perdiendo y por goleada.
Tengo un abuelo en la banca de suplentes al lado de Dios, porque Él pensó que ya había dado lo mejor de sí y que debía descansar, que ya me había enseñado e inspirado lo suficiente para ser su digno reemplazante terrenal y con orgullo defiendo esta camiseta y haciéndola respetar. Mis otros dos abuelos no los tengo cerca pero aprendí de ellos lo bueno y lo malo y solo estoy en el proceso de asimilar lo bueno. A veces es difícil mirar la banca de suplentes, porque no deseamos aún estar ahí, sino más adelante y dejar la banda de capitán a un digno sucesor. En el partido de la vida, los consejos de los padres son únicos, pero las enseñanzas de los abuelos son también eternas. Si durante el partido no nos acomodamos de lo mejor, un abuelo puede ser el mejor de los guías para sortear a los rivales que se nos ponen en frente y saber afrontar el partido, el partido de la vida.
Algunos no se merecen la banca de suplentes, la mayoría desea jugar el tiempo extra o el suplementario porque la vitalidad es el mejor de los factores. Viendo a mis abuelos, viendo su fortaleza, vitalidad, entereza y espíritu siempre hacen que nunca me rinda ante nada ni nadie, porque la juventud tiene que acompañarse del espíritu sino de nada sirve y quizás tengas que ir a la banca de suplentes así no quieras. Uno debe mostrar sus mejores facetas, habilidades y características de lo mejor siempre en cada momento del partido de la vida, porque el partido nunca es fácil, siempre es difícil aunque no lo parezca. Los abuelos siempre deben inculcar en sus nietos lo mejor de lo que han aprendido durante el partido de la vida, porque sabrán que a nosotros nos tocará un partido más difícil con circunstancias más adversas y que debemos afrontar dicho partido de la mejor manera posible. Si alguna vez nos falta algo, pues debemos ver a la banca de suplentes y entender sus señas y mensajes y también dedicarle los goles que logremos en la vida porque nuestros goles tienen un granito de arena que muchas veces agradecemos: nuestro padres y nuestros abuelos.
No soy de escribir o leer mucho, pero siento que hay cosas que debo expresar y es agradecer a mis abuelos por lo poquito o mucho que me hayan podido enseñar en distintas cosas, las palabras faltaran y sobraran y llorare si los tenga que ver en la banca de suplentes, la cancha no será la misma sin ustedes, porque Ustedes son y serán irreemplazables.