jueves, 18 de febrero de 2010

Crónica de un partido histórico

Creo que desde las 5:40pm de hoy 18 de Febrero del 2010, tenia un mal presentimiento: Alianza Lima quizás no gane. Me dije a mi mismo que no por favor, tenemos que ganar. A pesar de toda la carga laboral, estando contra el reloj, contra el tráfico y solo me abrí paso al coloso de Matute en busca de una noche con sabor a triunfo blanquiazul. Quizás todo estaba en mi contra pero poco a poco el destino me daba la contraria para bien. Sentado, por fin en el estadio, empezaba a pedirle a Dios que ganemos y metía ajos y cebollas para que el equipo no arrugue. Con algo de hambre, sed y una pinta de desaliñado estaba decidido a dejar la garganta en la cancha.


El recibimiento del equipo del pueblo, el equipo con polo blanco y cruz azul, el equipo de la victoria tenia un gran recibimiento y obvio que lo contrario fue para Estudiantes de la Plata, último campeón de la Libertadores. Matute era una fiesta y estaba en ella.

Teníamos que ganar, el pueblo quería festejar y el Perú quería demostrarle al mundo que nuestro fútbol peruano está en vías de recuperación. Pasaron 8 segundos desde el pitazo inicial y todo parecía que iba a ser una pesadilla en lugar de un sueño. Gol de Estudiantes y lo peor se me venía a la mente, los fantasmas del pasado rondaban de nuevo. Me culpaba por ir al estadio casi resfriado, enfermo, cansado y con sueño pero sabía que tenia que estar ahí. Dios, Papalindo, me había dicho que debía estar presente y aún no sabía porque.

La angustia me estaba matando pero el tiempo pasaba lento como diciéndonos que habrían sonrisas por llegar. GOL!!! empatamos y dije, mejor dicho grite el gol y grite el famoso si se puede. Luego goles anulados para ambos lados, crasos, o quien sabe, errores arbitrales y por culpa de estos tendré que tomar algo para curar mi pobre hígado de tanto renegar. Y llegó el éxtasis: Segundo gol, perdón golazo de Alianza Lima; con Costas expulsado, sabe Dios porque, con un contragolpe letal y mortal. Era un 2 a 1 que muchos lo soñaban y pocos lo creían. Era real, volteábamos el partido y todos los hinchas se daban la mano y se saludaban como si fueran amigos de años.


Como en la imagen del otrora famosísimo juego International Super Star Soccer o el Fútbol Peruano 97 de Super Nintendo que salen dos futbolistas abrazándose luego de voltear el partido. Gol, golazo y a celebrar y seguir renegando del árbitro. La garganta me irritaba pero tenia que estar ahí, me dijeron que salga 10 minutos antes que termine el partido, pero no viejo, yo tenia que estar ahí hasta el silbatazo final.

Estábamos ganando pero dice una frase muy famosa: quien no ha sufrido no es aliancista; creo que mi corazón se salió en varios pasajes del partido y los cardiólogos estaban más que preocupados porque quizás la fila de pacientes iba a ser mucha. Y luego llegó el tercer gol aliancista, otro golazo y a festejar. Fiesta total y yo era un invitado a ella como todos los que dejamos la garganta por nuestro equipo. Con oles y todo llegó el cuarto gol y a celebrar con más ganas. Uno más pudo ser pero por poquito no llegó. Un triunfo histórico, no previsto pero merecido y justo. Gracias Dios porque pude estar ahí, gracias a todos aquellos que se preocuparon porque este bien en mi travesía al Matute e hicieron posible estar presente ahí y sobretodo gracias Alianza Lima por un triunfo histórico que da visa para el sueño, pero por ahora no quiero viajar. Espero primero saquemos visa para la segunda ronda y una vez confirmada esta visa, la visa para el sueño saldrá por defecto. Pisemos tierra y celebremos el gran triunfo blanquiazul, la segunda ronda de la Libertadores aún está lejos.

CORAZÓN ALIANZA LIMA, CORAZÓN PARA GANAR.

A PESAR DE ESTAR PERDIENDO, YO TE SIGO ALENTANDO.

YO SOY DE ALIANZA (SI SEÑOR) ES UN SENTIMIENTO (DE CORAZÓN) NO PUEDO PARAR.