lunes, 1 de marzo de 2010

La niña que sufre de amor - Capítulo VI

Dicen que cuando uno ya sabe nadar, aparecerá el mar en el cual nadaremos y sufriremos para sobrevivirlo. Esta nueva persona había hecho que empiece a radiar su belleza más de lo normal. A tener un brillo por si sola, que hasta el sol envidiaría. Tenia que tomar una decisión: empezar a ser feliz. El inicio de esta nueva relación iba a ser especial, se decía a si misma. Quiere valorar a la persona, el sentimiento y la relación. Entonces el primer paso para cambiar la historia de amistad a una historia de amor, tendría que ser el mejor. A pesar de todo lo pasado, tenia miedo o se estaba olvidando de amar, que le atemorizaba volver a empezar una relación y volver a sufrir. Le dijo alguien que se arriesgue, porque quien no arriesga no gana. Y entonces sucedió: siguió el camino de la flecha de cupido directo a la persona quien hacia saltar su corazón y decidió darle una pista sutil a ese chico para que sepa que para ella, él era muy especial.

Ella está esperando una respuesta, una señal para saber si él también sentía lo mismo hacia ella. Se sentía insegura, como si no existiera aquella personita capaz de amarla o sentir algo por ella; estaba confundida porque pensaba que ella hacia algo malo para haber tenido tantos fracasos amorosos. Esta niña decidió contarle a este chico sus penas y recibió la respuesta más inesperada. Una respuesta que ella no pensaba oír e hizo que por dentro su corazón derrame unas lágrimas de emoción al encontrar a alguien tan especial. Sabia que no era un chico cualquiera, sino alguien especial. No lo conocía del todo, así que dudó mucho luego de asimilar la respuesta. Quiere conocerlo más y tener su confianza y ella confiar en él. Se estaba enamorando de nuevo y este sentimiento era cada vez más intenso, más puro y más tierno.

Cuando un nuevo sentimiento hacia alguien especial está naciendo, se tiene temor hasta de sus palabras, de sus reacciones e incluso de su forma de pensar. Ella los tenía. Miedosita como nunca, temeraria como ninguna, ella estaba dispuesta a luchar por su felicidad y por esa persona que le hacia saltar de alegría y felicidad. Ella tenia que ser paciente, que poco a poco todo estaría bien. Buscaba algo que no era imposible, solo que pensaba era difícil de encontrar. Ya lo había encontrado solo habría que conservarlo y no perderlo. No había que dar malos pasos solo tener la tranquilidad que todo estará bien. Todo estaba siendo un sueño y quería que dicho sueño se vuelva realidad con un beso tierno y sincero y un te quiero mucho. Pronto sus miedos desaparecerían y todo volverá ser mejor para ella.